Pizza y Vino. La perfecta combinación.
Hoy nos ponemos atrevidos y vamos tirar por tierra algunos mitos. El primero que queremos derribar es aquel tan socorrido que dice que el vino solo va bien con la carne. Y en segundo lugar, ese otro que argumenta que el vino solo es para ocasiones especiales, y que para pedir unas pizzas… mejor acompañarlas de unos refrescos bien cargados de azúcar ¿No? Pues bien, hoy hemos decidido juntar dos de nuestras pasiones. Pizza y vino. Atentos.
Margarita, Tempranillo Maceración Carbónica (Luberri)
La pizza clásica por excelencia, no podía estar acompañada de otro vino, que de un vino de una zona tan clásica como ella; La Rioja. A esta joya salida de Nápoles pensamos que le vendrá como anillo al dedo un vino joven de maceración carbónica. Joven y afrutado, pero clásico y sin florituras, como la propia Margarita.
Setas, Tinta del País Ribera del Duero (Pagos de Peñafiel Crianza)
La intensidad de sabores de las setas nos va a pedir un vino con mayor cuerpo y profundidad. Vinos tintos como los de Ribera del Duero, esos vinos negros y largos que han dado la vuelta al mundo. Con su debido tiempo de crianza en barrica, estamos seguros que serán el compañero ideal de una buena pizza de setas.
Jamón, Mencía Bierzo (Viña de Moya)
Vamos con el comodín, pero no por ello menos interesante. La pizza de Jamón. Aquella que pides cuando no sabes muy bien que quieres para no fallar… y no falla. El jamón york, el de toda la vida de los bocadillos del recreo, va a ir perfecto con un tinto de corte atlántico, fresco y que vale para cualquier ocasión. Un tinto ligeramente pasado por barrica del Bierzo, pensamos que se entenderá perfectamente con ese jamón cocido, que con tanto cariño, nos ponían nuestras madres en el bocata.
Hawaiana, Cava (Jaume Giró Montaner)
La más odiada, sí, y rara… muy rara. Por eso ante este reto que supone maridar la pizza hawaiana, no podíamos hacerlo de otra manera que con uno de los vinos más versátiles que existen; el cava. Un espumoso bien criado en las cavas durante largos meses, va a saber acompasar muy bien las florituras de esta atrevida pizza.
Pepperoni, Monastrell Jumilla (Juan Gil)
El pepperoni, con su picante y fuerte sabor, pide guerra. Por lo tanto lo ideal sería acompañarlo de un vino recio y potente que le pueda hacer frente en la batalla. Pensamos que los vinos de Monastrell, sobre todo los de Alicante y Jumilla, cumplen todos los requisitos como buenos aspirantes para lidiar una cena con el pepperoni.
Marinera, Verdejo Rueda (Viña Cimbrón)
No tenemos miedo a recurrir al tópico que dice que el vino blanco marida siempre bien con pescados y mariscos. Puesto que muchas de las veces los tópicos también tienen su verdad, y este es uno de ellos. Un vino de la variedad Verdejo va a casar demasiado bien con esas gambas que asoman en nuestra pizza marinera.
Esta es nuestra atrevida sugerencia de hoy. Esperamos que os haya gustado. Y sobre todo, que os atreváis con alguna combinación, y nos contéis qué tal esa cena con vuestra pizza preferida acompañada de un buen vino.
